Los puntos gatillo son un conjunto de signos y síntomas que se producen dentro del músculo. Se crea una zona que produce una hiperirritación dentro de una banda tensa en un grupo de fibras musculares o en la fascia que recubre al músculo.

A este foco hiperirritable dentro de la banda tensa se le denomina punto gatillo miofascial (PGM).

Causas de los PGM:

Las causas del dolor miofascial son los movimientos repetitivos, la carrera, la tensión acumulada sobre un mismo punto, como es el caso de una mala pisada, la sobrecarga muscular, el sobreesfuerzo, el sobreentrenamiento y las malas posturas mantenidas, traumatismo directo o indirecto, lesiones viscerales.

Consecuencias de los PGM:

• Dolor espontáneo, variable, definido en un punto concreto. El dolor aparece sin una causa o movimiento concreto, ya sea estando en reposo o haciendo algún deporte. Varía en intensidad de hora en hora o de día en día. El dolor aumenta con el estiramiento.
• Alteración de la función: disminución de la movilidad, debilidad muscular sin atrofia. La persona tiene sensación de poca fuerza y de falta de potencia al realizar algún movimiento con esa parte del cuerpo, le cuesta reproducir los movimientos mas amplios de esa articulación.

Fenómenos autónomos o vegetativos: Estas molestias y dolores se van a producir a distancia, desde el punto gatillo hacia otra parte del cuerpo, lo que va a provocar un dolor referido. Aparecen también en la zona sudoración, alta sensibilidad al tacto o al roce, piel de gallina…

• PGM activo: es el que cumple las características antes definidas.
• PG latente: posee todas las características antes mencionadas excepto la del dolor espontáneo, el dolor es a la palpación.
• PG satélite: aquel que se activa, al presionar sobre un Punto Gatillo, en la zona de dolor referido.

Técnicas de tratamiento del PGM:

• Estiramientos: Los estiramientos pasivos repetidos varias veces del músculo o grupo muscular que esta lesionado pueden relajar la zona y eliminar dolores y el foco de hiperreactividad del punto gatillo.
• Técnicas de compresión:
  • Técnica de Travell. Esta técnica consiste en localizar el punto gatillo y ejercer una presión intermitente sobre él. Se mantiene la presión durante 30 segundos y después se relaja esa presión. Después se realiza un estiramiento pasivo. Se repite varias veces y se vuelve a testar el punto gatillo.
  • Compresión isquémica. Se ejerce presión mantenida sobre el punto gatillo durante un tiempo hasta que el dolor desaparece o disminuye. Una vez que desaparece, se presiona mas profundamente repitiendo esta secuencia varias veces hasta un minuto.
• Técnicas inhibitorias:
  • Jones: ejercemos una presión sobre el punto gatillo y la mantenemos mientras movemos el segmento dolorido en busca de una posición de confort, en la que el dolor disminuya o desaparezca y la mantenemos en esa posición 90 segundos. Después volvemos el segmento a la posición de reposo lentamente y soltamos la presión sobre el punto gatillo.
  • Liberación miofascial: relajamos, utilizando las técnicas miofasciales, los atrapamientos y disfunciones que hayan fijado la fascia muscular y producido el punto gatillo.

Técnicas de distracción más estiramiento:

• Frío intermitente: Se puede realizar con un spray de frío o con una bolsa de frío. Se coloca sobre el punto gatillo y se presiona con la bolsa de forma intermitente.
• Spray & stretch: Se pasa el spray de frío sobre todo el vientre del músculo dañado en posición de reposo y después se hace un estiramiento pasivo de la musculatura hasta la barrera motriz. Se repite hasta tres veces siempre ganando estiramiento. Después se devuelve la articulación a su posición normal lentamente.
• Percusión más estiramiento: Se golpea todo el músculo en tensión percutiéndolo de forma rítmica y rápida durante un tiempo y después se realiza un estiramiento pasivo y se devuelve el segmento lentamente a su posición de reposo.

• Electroterapia: Podemos utilizar también técnicas de electroterapia como son los ultrasonidos, baja frecuencia, media frecuencia, láser, microondas y onda corta.
• Existen muchas mas técnicas, aparte de las que hemos comentado, que se pueden utilizar para el tratamiento de esta lesión como la punción seca, técnica de Lewitt…
• Para que el tratamiento sea efectivo hay que tener en cuenta varios factores:
• la Correcta exploración. Muchas veces se tratan lesiones que no son puntos gatillos con estas técnicas y el resultado no es satisfactorio.
• El diagnóstico. Hay que tener claro que se trata de un punto gatillo y no de otra lesión muscular o neurológica.
• Elección adecuada de la técnica. Dependiendo de en qué parte del cuerpo se encuentre el punto gatillo se utilizará una u otra técnica.

• Factores de perpetuación. Factores que hacen que el punto gatillo continue activo a pesar del tratamiento.
  • Mecánicos: escoliosis, asimetría pélvica, los factores antes mencionados.
  • Nutricionales: falta de vitaminas.
  • Psicológicos: depresión, ansiedad, stress, enfermedades psicológicas, problemas emocionales…