La enfermedad de la artritis es la inflamación y el aumento de sensibilidad de una o más articulaciones. A diferencia de la artrosis, la artritis es una enfermedad en la cual el propio sistema inmunitario del paciente ataca todas las partes de las articulaciones, sobretodo a la cápsula articular inflamándola, produciendo una deformidad y rigidez de ésta, que a su vez acaba produciendo inflamación de los diferentes componentes y a la larga una deformidad característica de toda la articulación que puede llegar a una incapacidad funcional total.
Existen diferentes tipos de artritis y algunas enfermedades autoinmunes como la psoriasis o el lupus, así como otras enfermedades que atacan directamente a las articulaciones como la gota, producida por el exceso de ácido úrico y la formación de cristales en las articulaciones, pueden producir diferentes tipos de artritis, como:
- artritis reumatoide juvenil
- espondiloartritis anquilosante
- Artritis psoriásica
- Osteoartritis
- Artritis reactiva, etc..
Al igual que la artrosis, la artritis es una enfermedad degenerativa, pero a diferencia de la anterior, la artritis se desarrolla en muchas articulaciones que no son de carga: cervicales, dorsales, dedos de las manos, muñecas, hombros, etc… lo que implica una futura falta de funcionalidad de ese segmento articular.
Síntomas
Los síntomas mas típicos de la artritis son los siguientes:
- Dolor en todo momento
- Rigidez de la articulación
- Inflamación
- Aumento de la temperatura
- Enrojecimiento
- Falta de movilidad
Al igual que en la artrosis, existen unos factores de riesgo específicos para la artritis:
- Factores hereditarios.
- Edad.
- Sexo: en el caso de la artritis reumatoide se da más en mujeres que en hombres, sin embargo la espondiloartritis anquilosante tiene mas número de enfermos entre los hombres.
- Obesidad.
- Traumatismos directos en las articulaciones.
Diagnóstico
Lo primero que tenemos que diagnosticar en la artritis es el tipo que es. Para eso las pruebas médicas son esenciales. El médico tiene que realizar algunas de las siguientes pruebas:
- Análisis de sangre
- Radiografías
- Resonancia Magnética
- Ecografía
A nivel de diagnóstico fisioterápico, tenemos que valorar donde están las articulaciones mas lesionadas, la inflamación, rigidez, falta de movilidad, qué articulaciones pueden ser las prioritarias de tratamiento para la mejora del movimiento y del día a día del paciente.
Tratamiento
El principal objetivo del tratamiento a nivel de fisioterapia manual es reducir los síntomas, que suelen aparecer en brotes agudos, y mejorar la calidad de vida y de movimiento del paciente.
Es muy importante saber cuándo la enfermedad de la artritis está en un brote agudo de alguna articulación o está en estado asintomático. Esto nos servirá para saber con qué intensidad realizaremos el tratamiento y sobre qué articulaciones.
En el caso de la enfermedad de la artritis cobra una mayor atención que los tratamientos sean personalizados, dado que el mismo tratamiento puede no ser valido para el mismo tipo de persona y de artritis.
En general el tratamiento de la artritis con fisioterapia manual va ser el siguiente:
- Movilizaciones de las articulaciones pasivas al limite del dolor
- Movilización íntima de las carillas articulares
- Descompresión y movilización de los segmentos articulares
- Masaje de descarga suave de los músculos que afectan a la articulación dañada
- Estiramientos pasivos al limite del dolor y de corta duración
- Ejercicios de intensidad baja o media, dependiendo del momento de evolución, factores de edad y morfológicos del paciente
- Ejercicios dentro del agua (en muchos casos al paciente le produce dolor por la temperatura del agua)
- Baños de parafina para articulaciones pequeñas, con movilidad intima de la articulación justo después.
- Es importante que el paciente tenga una buena higiene postural y deportiva para evitar lesiones y contracturas musculares que produzcan un agravamiento de los síntomas.
En muchos casos, los síntomas de la artritis pueden reducirse con las siguientes medidas:
- Pérdida de peso.
- Ejercicio de intensidad moderada o suave.
- Calor y frío.
- Dispositivos de asistencia como andadores o bastones.
No podemos olvidar que la artritis es una enfermedad crónica y degenerativa. Por lo tanto, tenemos que intentar que nuestro paciente comprenda esto y todos los tipos de tratamientos que se realicen se mantengan en el tiempo para que tengan un gran valor terapeútico.