La fisioterapia consiste en la utilización de elementos naturales o a acciones mecánicas, como movimientos corporales y ejercicios físicos para buscar el desarrollo adecuado de las funciones que producen los sistemas del cuerpo, donde el mal funcionamiento repercute en la cinética o en el movimiento corporal humano, produciendo lesiones y restricciones que dificultan al individuo en su rutina diaria tanto laboral como deportiva o social. Interviene mediante el empleo de técnicas científicamente demostradas, tanto mecanicas como manuales, para restablecer el equilibrio que se ha perdido.
No podemos olvidar tampoco la importancia de la fisioterapia en el ámbito de la prevención para el óptimo estado general de salud tanto físicos como emocionales y sociales dentro de un aspecto general del individuo.
En conclusión, la fisioterapia no se puede limitar a un conjunto de procedimientos o técnicas. Debe ser un conocimiento profundo del ser humano. Para ello es fundamental tratar a las personas en su globalidad por la estrecha interrelación entre estos tres ámbitos diferentes.
Los medios utilizados por la fisioterapia son:
- Cinesiterapia: consiste en el tratamiento de las enfermedades a través del movimiento.
- Termoterapia: aplicación de calor sobre el organismo a través de cuerpos materiales que presentan una temperatura elevada.
- Crioterapia: aplicación del frío sobre el organismo con un fin terapéutico.
- Hidroterapia: empleo del agua con fin terapéutico.
- Talasoterapia: uso del medio marino y del clima marino.
- Electroterapia: Aplicación de energía electromagnética al organismo con el fin de producir sobre él reacciones fisiológicas y biológicas.
- Helioterapia: uso terapéutico de los rayos solares.
- Hidrocinesiterapia: realización de ejercicios en el medio acuático.
- Fototerapia: tratamiento de lesiones mediante la aplicación de luz ultravioleta o infrarrojos.
El profesional en esta área recibe el título de fisioterapeuta. El fisioterapeuta es un profesional que debe estar capacitado y autorizado para evaluar, examinar y tratar las deficiencias, limitaciones funcionales y discapacidades de sus pacientes, ya sean temporales o crónicas, de una forma global teniendo en cuenta su situación anímica, laboral, social y emocional en cada una de las etapas de su recuperación funcional.
Por eso los tratamientos de cada lesión y de cada paciente tienen y deben ser totalmente personalizados, porque no hay dos pacientes totalmente iguales y en un momento igual.