Este tipo de terapia manual está indicada para el tratamiento de lesiones musculares y del aparato locomotor como sobrecargas, contracturas y tensiones producidas por estrés, mala higiene postural en el trabajo, exceso de carga de entrenamiento en actividades deportivas y como tratamiento para lesiones crónicas.
Se puede combinar con técnicas específicas para otro tipo de lesiones como tendinitis, tenosinovitis, esguinces de ligamentos, traumatismos directos o indirectos, así como con las diferentes técnicas de vendajes, tanto funcional como neuromuscular y diferentes tratamientos no manuales como termoterapia, ultrasonidos, electroterapia…