El hombro congelado, capsulitis retráctil o adhesiva del hombro es una lesión que se da más en mujeres que en hombres y en edades comprendidas entre los 40 y 55 años. El dolor empieza sin ninguna razón aparente y se va haciendo más agudo con los días a movimientos más pequeños, tanto que al final el paciente no puede mover el brazo. Esta lesión es totalmente invalidante en los momentos más graves dado que el paciente no tiene casi movimiento en la articulación del hombro. No hay que olvidar que la articulación escapulo humeral es la que tiene más movilidad del cuerpo. Esta articulación se utiliza en casi todas las actividades diarias, como lavarse los dientes, ponerse una camiseta, peinarse, comer, lavarse la cabeza…, de ahí la importancia de tener la movilidad del hombro en perfectas condiciones.

Causas

Muchas veces esta inflamación es de causa desconocida, no hay factores determinantes claros, aunque existen factores de riesgo:

  • Procesos inflamatorios y degenerativos, como artritis y artrosis.
  • Enfermedades previas de tipo endocrino, autoinmune o sistémicas (diabetes, problemas de tiroides, etc.)
  • Problemas en los discos cervicales del cuello, hernias discales a nivel C5,C6,C7, D1.
  • Rectificación cervical.
  • Cifosis dorsal o actitud cifótica (hombros caídos hacia delante).
  • Lesiones o traumatismos en el hombro, tendinitis, rotura tendinosa, parcial o total.
  • Cirugías de hombro, torácicas y mamarias.
  • Problemas respiratorios.
  • Lesiones miofasciales de la cadena diafragmática y de la cadena de cierre.
  • Lesión del desfiladero torácico.
  • Fijaciones de la escápula y de la clavícula.
  •  Calcificaciones.
  •  Cambios hormonales (como los de la menopausia).

Hombro congelado o capsulitis de hombro

Síntomas

En una primera fase aparecen dolores en la articulación al realizar gestos, donde el arco de movilidad es grande, como quitarse un jersey, abrocharse el cinturón de seguridad… y aparece  molestias y dolor nocturno al mantener el hombro quieto o dormir sobre él.

En una segunda fase el dolor es más agudo y se empieza a perder movilidad de forma gradual hasta casi la perdida total de ésta.

La tercera fase empieza cuando el dolor empieza a remitir pero la movilidad sigue reducida y el paciente tiene la sensación de tope en el movimiento.

Diagnóstico diferencial

Es fundamental un diagnóstico certero en los primeros síntomas de la lesión. Si se consigue empezar el tratamiento en la primera fase, cuando aún hay un movimiento amplio de la articulación, el paciente se recuperará mucho antes.

Las lesiones con las que tenemos que hacer un  diagnóstico diferencial son las siguientes:

  • Tendinitis del manguito de rotadores.
  • Bursitis subacromial.
  • Contractura del pectoral superior.
  • Tendinitis del bíceps.
  • Puntos gatillo.
  • Calcificaciones.
  • Lesiones cervicales.
  • Lesiones costales.

Hombro congelado o capsulitis de hombro

Tratamiento

Lo primero que hay que explicar en este tipo de tratamiento, es que las maniobras dolorosas y de máximo arco de movilidad no están indicadas, aunque en la fisioterapia tradicional se sigue haciendo ese tipo de tratamiento. Nunca hay que olvidar que esta lesión produce un dolor de alta intensidad al paciente y si las movilizaciones son agresivas, el paciente tendrá un dolor residual que no nos dejará trabajar en las siguientes sesiones. La forma de tratamiento será la siguiente:

  • Maniobras de movilidad miotensivas, suaves y de movimiento corto.
  • Movilización articular de la cabeza del humero, en todos los arcos de movilidad.
  • Juego articular de todas las articulaciones que comprende la movilidad del hombro.
  • Relajación de los músculos que intervienen en la movilidad de la articulación con técnicas de inhibición y puntos de tensión, Técnica de Jones.
  • Movilización de la escápula pasiva y activa.
  • Tratamiento miofascial de las cadenas afectadas.
  • Tratamiento de las zonas adyacentes, cuello, costillas, clavícula, y diafragma.
  • Ejercicios de movilidad para que el paciente los realice en su domicilio, siempre al límite del dolor.
  • Vuelta a la vida normal de forma progresiva, sin olvidarse de introducir ejercicios de potenciación de la musculatura del hombro de forma progresiva y suave.